Un brote de COVID-19 en una comunidad haitiana de Quilicura ha provocado una serie de denuncias cruzadas: mientras los extranjeros acusan discriminación, los vecinos exigen tomar las medidas sanitarias correspondientes para evitar una mayor propagación del virus.
La información fue advertida por residentes del sector el viernes pasado, pero recién este martes -en el balance diario del Ministerio de Salud- el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, confirmó el hecho de manera oficial.
“Se ha determinado que hay 33 casos positivos y se ha hecho la vigilancia epidemiológica, que consiste en establecer quiénes son las personas que se declaran como contacto estrecho. Si no tienen las condiciones para realizar la cuarentena de forma efectiva, vamos a facilitar las residencias sanitarias”, explicó.
Los vecinos que residen aledaños al cité han expresado su preocupación, pues denuncian que los ciudadanos haitianos con COVID-19 han desobedecido la cuarentena a la que deben someterse, además de no respetar el toque de queda que rige desde las 22:00 horas.
“Tenemos miedo. El resto de Quilicura igual está asustado. Ellos (la comunidad haitiana) ya no están en su país. Con este tema se tienen que acoger a la ley de acá y están haciendo mal las cosas, están obrando mal. Le digo a los amigos extranjeros que traten de tener criterio, educación y velar por su propia familia“, manifestó una residente cercana al lugar, en conversación con un equipo de CHV Noticias.
Otra vecina acusó que “queremos cuidarnos nosotros, porque ellos son violentos en el momento. Somos 24 departamentos y tenemos personas con cáncer, niños discapacitados”.
Locales clandestinos
En paralelo a esta denuncia, personal de Carabineros clausuró tres locales clandestinos al interior del cité, los que habrían operado en período de toque de queda. “No mantenían permisos municipales y tenían 24 máquinas de azar”, señaló el mayor Cristián Mediavilla, de la 49° Comisaría de Quilicura.
La comunidad haitiana contagiada, por su parte, acusó discriminación por parte de los vecinos, pues les pidieron que se retiraran a un hotel sanitario. “Si una persona tiene coronavirus, si está enfermo, (entonces) le duele la cabeza, tose o tiene fiebre, pero voy a tener medicamentos para la fiebre”, aseveró uno de ellos.
Además, señalan que otra razón por la que no respetan la cuarentena son los locales comerciales que mantienen, como los clandestinos que fueron cerrados, que constituyen su única fuente laboral.
“Hemos sido parte de los municipios que han solicitado permanentemente cuarentena, dadas las circunstancias por las cuales atravesamos, como los brotes de contagios que surgen en algunos puntos de hacinamiento. Esto, evidentemente, altera el pulso del resto de la comunidad y el contagio no tiene nombre, raza, ni edad“, enfatizó el alcalde de la comuna, Juan Carrasco.