En aproximadamente 30 días entraría en operaciones un nuevo pozo que se conectará al sistema de la Cooperativa de Agua Potable Rural (APR) de Boco, como un apoyo para dotar de agua potable a esa comunidad rural de Quillota, azotada por la sequía y que, desde hace meses, debe recibir el suministro para consumo humano mediante camiones aljibe.
El proyecto se denomina “Habilitación de Fuentes e Impulsión”, postulado por la Cooperativa de Agua Potable y financiado por el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas. El pozo se ubica en una propiedad contigua al estero El Grillo, 350 metros al interior desde calle La Capilla y tiene 40 metros de profundidad. En ese punto se captará el agua, que será conducida mediante tuberías, hasta conectar con la red de la cooperativa, a un costado de calle Balmaceda, frente al Cesfam de Boco. Desde ahí será impulsada hacia el estanque ubicado en lo alto del cerro, para su distribución a la red domiciliaria, en un proceso controlado mediante un sistema de telemetría, que regulará el flujo de agua requerido.
80% de avance
Este viernes, las obras fueron visitadas por una delegación encabezada por el alcalde de Quillota, doctor Luis Mella y el concejal Jaime Tapia, presidente de la Comisión de Recursos Hídricos del Concejo Municipal. Además, asistieron directivos de la Cooperativa de Agua Potable y de la Mesa Territorial de Boco, personal de la empresa Corval -a cargo de las obras-, junto a vecinos y empresarios de la localidad.
El gerente de la Cooperativa de Agua Potable Rural de Boco, Omar Gómez, detalló el estado del proyecto, señalando que “de acuerdo a lo que hemos observado en terreno, es más o menos el 80% de avance en total de las obras. Todo el sistema hidráulico en general y el sistema eléctrico avanzado, esperando solamente que se energice el sistema por Chilquinta. Ellos están dentro de los plazos, porque tienen cuatro proyectos en paralelo, por lo tanto tienen un plazo todavía con holgura. Pero en el caso particular de Boco, no más allá de 30 días”.
Tras el recorrido, el alcalde Luis Mella destacó la importancia de este proyecto, más aun considerando que, a la sequía que afecta a Boco, ahora se suma la emergencia sanitaria por Covid-19. “Hemos visto un gran avance, más del 80%. Eso significa que, de aquí a un mes, debería estar funcionando. Se ha seguido trabajando en el tema de disponer de agua. Estamos enfrentando una pandemia donde el tener agua para el lavado de manos, para el lavado, es vital, por lo tanto, hay otro gran argumento para apurar y acelerar los procesos. Así que solo agradecer a todos los que colaboran, a gente de variado pensamiento político, de variadas miradas de la vida, pero que estamos unidos en torno a un gran objetivo, que es asegurar el agua para la gente de Boco”, comentó el alcalde.
El concejal Jaime Tapia valoró el avance de esta iniciativa y de otras que vendrán, ya que las condiciones de falta de agua se mantienen desde el verano hasta ahora. El edil, de profesión ingeniero agrónomo, comentó que “lamentablemente la situación climática no presenta ningún tipo de mejoras, por lo tanto tenemos, efectivamente, un déficit bastante importante en términos de la recarga del acuífero. No pasa agua por el canalón ni por los canales, entonces ese problema no ha mejorado y nosotros esperamos y confiamos, los que somos creyentes en Dios, que va a venir la lluvia, y también esperamos que se tomen las medidas pertinentes por parte de las autoridades de hacer algún tipo de decisión más estratégica en el tema de la distribución de agua”.
Postular a un nuevo pozo
Si bien, en un mes más, el nuevo pozo aportará más agua a la red de la Cooperativa de Boco, no será una solución definitiva a la crisis. Es por ello que ya se proyecta postular a otras vías de financiamiento, por ejemplo, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, para asegurar nuevos puntos de captación.
Según anunció el alcalde Luis Mella, “nos hemos comprometido con la cooperativa a tramitar en la Subdere un segundo pozo, que con recursos del Programa de Mejoramiento de Barrios, va a poder ser construido seguramente de aquí a fin de año, con lo cual la cooperativa va a tener mayor seguridad. No podemos decir seguridad absoluta, porque va a depender de cuánto llueva, de cuánto llegue de agua hasta esta zona del río, pero sin duda que la realidad de la próxima primavera-verano va a ser muy distinta a la que vivimos este año, gracias a estas inversiones del Ministerio de Obras Públicas y las que podamos hacer nosotros a través de la Subdere”.
El jefe comunal agradeció a todas las personas que han participado en la gestión del pozo del estero El Grillo, comenzando por la propia Cooperativa de Agua Potable; los vecinos de Boco; la Dirección de Obras Hidráulicas; el Ministerio de Obras Públicas; la familia Brito, que otorgó la servidumbre de paso para acceder al punto de captación; el Concejo Municipal, en especial al concejal Jaime Tapia; los funcionarios municipales y los empresarios que han colaborado.
Empresario aporta agua a la red
Entre esos empresarios de la zona destaca Rodrigo Salazar, quien aporta parte del agua que utiliza para su producción agrícola a la red del APR. Él participó en la visita y explicó que su aporte “surge por la necesidad que tiene la comunidad completa de abastecimiento. Era una situación complicada, grave, que nos compete a todos tratar de solucionar. Ese fue el espíritu de la empresa, ayudar a la comunidad en que estamos aquí insertos. Tenemos trabajadores que viven acá en la zona, nosotros mismos vivimos acá, entonces comprendemos que hay que actuar. Hay momentos en que hay que ayudarse entre todos cuando la situación es complicada y eso fue lo que pasó durante el verano. Y obviamente no es solamente nosotros, sino que es una ayuda de toda la comunidad”.
Rodrigo Salazar invitó a otros empresarios locales para que puedan también entregar agua al sistema, así como a profesionales que puedan brindar apoyo técnico y asesoría al APR, para buscar soluciones a la crisis hídrica.
