Es hora de que todos los ganadores en el plebiscito se pongan a trabajar efectivamente para mejorar los temas que realmente afectan a nuestra ciudadanía. La mayoría son de fácil ejecución (nunca necesitaron una nueva constitución) y sólo se requiere la buena voluntad de la clase política.
Desde mi vereda propongo que comiencen por ejemplo aprobando la menos que regular Ley de Fármacos II, que contiene un par de medidas que ayudarían en parte a los enfermos a mejorar el acceso a los medicamentos. Luego revisaría las barreras sanitarias proteccionistas implementadas por nuestro Instituto de Salud Pública, que en vez de apoyar a millones de enfermos chilenos, con sus decretos, normativas y resoluciones, protege los intereses de las grandes compañías farmacéuticas internacionales.
Investigar y terminar con tanto abuso económico, abusos cometidos por algunos grandes empresarios, pero también por cientos de miles de nuestros propios ciudadanos y también por el Estado. Abusos que no permiten a millones de trabajadores chilenos y sus familias puedan llegar a fin de mes con sus salarios.